El fin de una era?

Ya ya, todos estamos enterados, todos lo hemos oído... el rey del pop ha muerto. Pero a unos nos afecta más que a otros. Por ejemplo, mi papi nos envia a mi hermano y a mi este SMS:

Hoy especialmente me acuerdo de vosotros dos. Ahora sí que oficialmente vuestra infancia ha pasado a la historia.

Y le llamo y me dice que sí, que le ha afectado mucho la muerte de Jacko, de ese talento convertido en zombi, al que últimamente ninguneabamos: "a mi me la suda lo que haga o diga, lo importante es su música". Hay que decir que sus últimas creaciones no eran más que producto de estudio, pura edición de más de lo mismo. Cansino.

Pero esta muerte me trae tantos recuerdos de infancia. Las mañanas de domingo bailando en la música del piso de Palma de Mallorca levantando el polvo de la moqueta verde. Mis primas y yo viendo el video del Thriller una y otra vez acojonadas en la primera parte del video, donde Michael se convierte en hombre lobo, y entusiasmadas con la coreografía de los muertos vivientes (qué ironía). Aún soy capaz de bailarlo. Cuántas veces he tatareado sus canciones sin conocer las letras (aicantu zrileeeeeeeeeer, zri-ler nai!).

Y no sólo de infancia, estos últimos años he martilleado a mis amigos con sus primeros discos, les he hecho apreciar (más bién les he obligado a escuchar... pobres) su sonido, su funky, sus superproducciones, pero sobretodo sus bailes, su porte, su origen negro zahíno y sus derivas blancas rockeras. El día que lo absolvieron de las acusaciones de pederastia, estuve oyendo todo el día el Off the wall en el trabajo... cómo me miraba la peña. Recibí también en uno de mis últimos cumpleaños (ya pierdo la cuenta) el disco del aniversario de 25 años del Thriller... 25 años!, me dije. Ahí me dí cuenta lo viejuna que estoy.

Ha estado conmigo todo este tiempo, no sólo la infancia. Seguiré bailándolo. De todas maneras, hacía ya mucho tiempo que no estaba entre nosotros. A saber qué tenía en la cabeza este muchacho.

Ahora seguro que se estará riendo de nosotros...