domingo, 15 de febrero de 2009

Oda a mi Lola



Mami, que ahora que sé que me lees a menudo, seguiré tu consejo y escribiré también cuando me siento bien. Harta estás de oir miserias y quejas, de ver lo pava que es tu hija que paece que no levanta cabeza, de leer melancolías e ilusiones... pero parece que no me conoces mami, eso son los "momentos", como yo les llamo, son angustias pasajeras y desilusiones espontáneas. Estos espacios llamados blogs ayudan a descargarlos, porque ya sabes que yo no los suelto, los agarro y me guardo esos "momentos", hasta que por fin exploto y es cuando puedo reprocharos sin razón el poco caso que me hacéis...
Cómo puedo yo ser infeliz teniendo una familia como la que tengo?, me pregunto todos los días. La que no os hace suficiente caso soy yo, que solo pienso en mis tonterias, y en buscarme a mí misma (perdiéndome más), y en mi futuro incierto, y en el amor que no existe... chorradas. No sabes lo que me ayuda relativizar y darme cuenta la suerte que tengo, de cómo mi vida en el fondo ha sido un reguero de rosas, el camino que me habéis abierto vosotros, con vuestra confianza, vuestras críticas, vuestros silencios, vuestro orgullo...
Na, que teneis una hija que sale de todos los embrollos, que aunque tiene una excesiva carga de inocencia e ilusión, poca paciencia, mucho caracter, y que está cagada de miedo, sabéis que en el fondo sabe aprovechar los otros "momentos", los de felicidad. No se pierde ni uno.
Y os voy a tener cerquita pronto... ji ji

Lola, Loleta, te quiero.

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