Un año

Qué ha pasado?...

Me siento algo confundida, un poco perdida. No he tenido tiempo de sentarme y ponerme a pensar. He vivido este año como en una cuerda floja, esperando explotar en cualquier momento, dejándome llevar por un bienestar que me resultaba ajeno, no merecido, poco fiable. En algún momento he puesto los pies en el suelo y he gritado: "madre mía la que se va a armar", "seguro que la jodo otra vez", "soy un desastre"... pero me llaman al teléfono y se me olvida.

Me siento muy sola, pero es una soledad estable, sólida, conocida. La disfruto con creces, la mimo y la cultivo. Aunque sé que es peligroso, no llego a negar la compañía, pero sí el acercamiento y el cariño. De qué puedo hablar ahora?, se me han acabado las conversaciones, no me quedan ideas ni ganas de opinar. Es más, cada día me convencen de algo nuevo, me influencian y me enseñan, los de ahí, los de allá, los de dentro, los de fuera. Todo el mundo tiene algo que decir, a mí me apetece escuchar. Y sin esfuerzo por favor...

Son reflexiones que me tienen en vilo, a veces es un hilo de angustia, pero la mayoría del tiempo es un salto de felicidad. Creo que he tomado las buenas decisiones, pero sólo creo. Ahora me queda convencerme del todo.

Esto de madurar es cada vez más fácil...