
Las nuevas tecnologías tienen la capacidad de cambiarte el modo de vida. Me explico.
Hace poco me compré un ordenador, mejor dicho, El ordenador, que con lo que me costó ya me puede durar. Pues ahora no puedo pasarme sin él. El desayuno por las mañanas es delante de la página web de El Pais o similares, los emails, los blogs de los colegas y a veces un paseo por el YouTube para ir al trabajo de buen humor.
En el ordenata tengo la música. 15.7 días enteritos de música para disfrutar. Descubriéndola, además, porque a veces me sorprendo de las canciones que tengo y me pregunto a mí misma... pero cómo coño me he bajado esto?. Porque yo me bajo música, claro, eso de ir a la tienda de discos a echar un vistazo a los ultimos albúmes y artistas se ha acabado. Ahora además la nueva generación de programas de música tienen la capacidad de adivinarte el pensamiento. El iTunes, iPod, programas de internet (probad Pandora.com, es la hostia)... Resulta que los susodichos se quedan con tus preferencias, y luego los pones en aleatorio y suena lo que te mola!. Acojonante.
Disfruto tambien muchísimo pasándome horas ordenando, borrando, editando, copiando, grabando y mandando la enorme cantidad de fotos que tengo. Y aún me falta tiempo. También me he metido en vídeo ahora, y el otro día casi lloré cuando conseguí conectar al fin la videocámara al ordenador con un sólo cable y sin necesidad de pasar por windows (ahora soy una MacWoman). Ya ves. Y me lo paso bien, de verdad, se sufre al principio cuando no entiendes una mierda de como usar los programas, pero ahora que me he leído las instrucciones va mucho mejor.
Y claro, para ello necesitas cámaras. Tenemos en casa ahora mismo dos pequeñas digitales, una reflex muy gorda digital también, una vídeocámara y la camarita de mi móvil, lo que me faltaba. Que el otro día aprendí como usar el bluetooth ese para pasar las fotos del móvil al ordenador! AAAAhhh!.
Vamos, que en los tiempos que corren parecemos gilipollas todo el día hablando como si fueramos programadores de IBM (ver los chistes de forges que pongo, son los mejores). Pero ahí no queda la cosa.
Ahora también nos modernizamos tecnológicamente para el sexo. Con las nenas ya hemos tenido "dildo meetings", que es lo mismo que una tarde tupperware, donde se habla de la última generacion de tuppers, muy conocida por estos andurriales, pero para consoladores. Que si a este le hace falta mucha pila, que el otro hace demasiado ruido, que vaya una textura mas ajquerosa que tiene aquel... dios mío, que cruz. Se nos tiene que poner una cara de frígidas de la hostia porque hace poco una amiga me dió (muy amablemente y con muy buena intención, eso si) un juguetico: el anillo durex, para el disfrute de los dos, importado directamente de España. No cuento de qué se trata, mejor probarlo, se encuentra en cualquier farmacia, o eso me han contao.
En fin, que un día nos vamos a llevar un calambrazo de tanta tecnología junta.
Por cierto, no tengo ni microondas, ni tele, ni cadena Hifi... los tiempos cambian.
2 comentarios:
Para pornografía tecnológica, no perderse a Woddy Allen en "El Dormilón"... futurista y visionaria... no te rías, podríamos terminar así.
El dormilón! Que bueno. Una de mis preferidas es cuando lo amenazan con quemarle el cerebro y dice el Woody: "No, not my brain! That's my second favorite organ!".
Publicar un comentario